Mi amigo Ziro.

Mi amigo Ziro.
TODO UN PERSONAJE.
Ziro a estado con nosotros once años.Cuando nos lo dieron solo tenia dos meses ,flacucho como un palo- solo tenia patas-, su pelo negro  como un terciopelo y corbata blanca, su cola larga, al estar contento parecía un molino dando vueltas.
Era gallardo y altanero al andar, al llevarlo de la correa las gente se extrañaban porque caminaba a mi compás.
Le gustaba dar grandes paseos con nosotros al campo y la playa
 se ponía a correr era difícil cogerlo,
Con mis nietos, era cariñoso y no se cansaban de jugar en la huerta,
disfrutaba corriendo, nos a dado muchos momentos de cariño y
amistad, sera difícil olvidarnos de el.
 






Mi nieta CRISTINA y ZIRO
                                                                       

Su amigo RON,   de pequeños eran inseparables en el parque siempre corriendo no hacían caso ninguno, para irse a casa ,han
pasado buenos momentos juntos.
Disfruto mucho en su vida no fue cautivo ni maltratado
a pesar de ser un  GALGO.

Como veis tuvo una vida feliz con sus amigos, en el campo, la playa.

Estas fotos son de la ría de Marin
y su puerto,

Si os dais cuenta, al correr en la playa, como junta sus patas igual a un diamante ,  era un espectáculo verlo, la velocidad que cogía , nosotros siempre lo llevábamos a las horas que no molestase a las personas, pues hay que respetar las normas.

En tres ocasiones se rompió la  pata por intrépido  saltando las paredes sin mirar,

 

 Mas de una vez se escapaba de la finca para buscar
novia- era la  llamada de la selva.
El instinto que mueve el apareamiento,  no hacia caso por mas que lo llamásemos.
Fue muy triste verlo marchar para siempre.
 No quiero olvidar su cariño y como venia a llamarme por la mañana para dar su paseo.
Y que le diera sus galletas de desayuno, se ponía al lado del mueble  y no se quitaba.
Contaría infinidad de cosas,en once años que a estado con nosotros.
Nos dejo el.
El dieciocho de julio de dos mil dieciocho.
A las diez de la noche,le cante una- nana - para que marchara tranquilo.


 Marin a treinta de enero dos mil diecinueve.
Segismunda Sánchez Román