El día de la mujer, no tenemos que hacer de ello un carnaval, como muchas intentan hacer, podemos gracias a Dios hacerlo con orgullo de ser mujer, sin pinturas, desnudos y estropear todo lo bonito de la vida.
Yo como mujer,- fui hija y nieta- de dos grandes mujeres, a mis hermanas y ami nos enseñaron los valores del respeto, nos enseñaron a querer, a trabajar, a cuidar de nuestra casa, nuestras familias, una gran lista de lo que siempre estaré agradecida.
Mi padre y hermanos, jamás nos trataron con inferioridad alguna, siempre escuche decir a mi padre el orgullo que sentía de vernos trabajar a la par de nuestros hermanos.
Como madre y abuela, siento una gran satisfacción de tener unas hijas que han sabido ser unas grandes hija, madres y profesionales, como cualquiera, cada una sea formado según su gusto.
Hubo un tiempo que la ley establecía, que la mujer no podía abrí una cuenta bancaria, además de muchas cosas más. La aprobación de dicha Ley de 14/1975 del 2 de mayo, abordaba la reforma de determinados artículos del Código Civil y comercio, sobre esta situación jurídica de las mujeres casadas derechos y deberes de los cónyuges, permitió que la mujer accediera a algo tan simple como una cuenta bancaria y pudiera poner documentos a su nombre, como la facturas del teléfono, la electricidad, empresas, infinidad de cosa, con este cambio legislativo la mujer no necesita la autorización del marido.
Otra cosa que se a logrado, es poder poner de primer apellido el de la madre y el segundo el de el padre,- esto a sido una tradición- pero se puede hacer- se puede poner el apellido de la madre en primer lugar, no como antes que siempre era el padre quien ponía el suyo (bueno esto que cada cual haga lo que quiera, si hay consenso entre los dos no tengo que opinar. )
Hace unos días recibimos en casa unas cartas a nombre de mi marido, cosa que me extraño de ver de dónde procedía y aquí viene lo bueno, era de la entidad bancaria donde tenemos domiciliada las cosas,- no me mandaron la carta para ningún regalo- si no para hacerme saber que los hombres van delante de las mujeres, machismo total ya que soy titular, cosa que no lo consiento, nadie puede cambiar las cosas si mi marido y yo estamos de acuerdo, llevamos cincuenta y dos años casados, ni por asomo tienen ningún derecho a quitar lo que nosotros hacemos.
Llame exponiendo mi caso y el señor parecía que no se lo creía, me dijo que me mandaría su correo, me pidió el mio y que le mandara unas fotos para ver que era, pasaron dieciocho días y estoy sin ninguna contestación.
Llame tres veces y no hacen caso alguno, aun estoy esperando.
Si estos señores hicieran las cosas bien no como ellos quieren, posiblemente mi escrito sería distinto.
Por eso escribo estas líneas, posiblemente no estén con los puntos y comas debidos, pero con el convencimiento de que esto no pase a las mujeres y sean ellas mismas.
Que luchen por sus derechos no y dejen nunca de luchar, estas cosas son las que harán que poco a poco cambie el pensamiento de esos que piensan en la mujer como algo inferior.
Marin a siete de marzo dos mil veintiuno
Segismunda Sánchez Román.
Segismunda Sánchez Román.