sábado, 4 de abril de 2020

Acogida de verano.

Cuando España dejo el Sáhara español.
No solo se marcho, sino que dejo atrás, - penas, hambre, abusos a las mujeres, y un pueblo que en el  dos mil veinte carece de lo mas elemental, viviendo en entiendas de campañas y dependiendo de unos y otros.                                                                                      .
España firmo el tripartito, con Marruecos y Mauritania,- España no cumplió con la obligación que 
tenia según el derecho internacional-.
Para el pueblo del Sáhara una que traición, que dejo ocupación y exilio.

Foto de la Marcha Verde.
La marcha Verde, invadió el Sáhara el 6 de Noviembre de 1975.                          

En estos años de tanta guerra y difícil  convivencia  entre los seres humanos, siempre pierden los mas desfavorecidos - que son los niños. -
--Personitas frágiles que solo quieren cariño.-- Pero nosotros podemos ponerle remedio, con nuestro gesto desinteresado.



El  pasado verano, tuvimos en nuestra casa un niño de los campos de refugiados del Sáhara,  fue una gran  experiencia, el aprendió  de nosotros  y nosotros de el, mucho más.


Fue su espontaneidad y asombro de todo lo que le rodeaba, y lo pronto que aprendió a hablar y hacerse entender que nos asombraba a todos.
-A llamarme abuela,- como uno mas de mis nietos, colaborando en la casa, haciendo su cama, cosas que en su cultura, - BUENO Y EN LA NUESTRA - los hombres se lo dejan todo para las mujeres.
Los primeros días,-- le fue duro,-- se encontraba solo sin sus gentes, sin su LA-LA , que así se llama su mama, pero fue adaptándose  a nuestras costumbres y fue muy feliz.
Conoció el Mar, quedo sorprendido  al ver tanta agua, han pasado meses y sigue llamándonos cuando puede, como es natural no disponen de la tecnología que tenemos nosotros, lo suyo  es intentar sobrevivir de la mejor manera posible.


Disfruto del campo le gustaba ir a pasear por el, ayudaba a regar al jardín, le gustaba cuidar de nuestro perro. Su mayor  diversión era el campo.
Era especial con la comida, por supuesto no comía ( carne de cerdo,) vino bien enseñado de eso,  nos reiamos mucho pues siempre preguntaba si era de --papapaaaa, y hacia gestos con los brazos- preguntando si era de ave.
Participo en los juegos con los niños del pueblo.
POR ESO OS PIDO.
Que seamos solidarios, pongamos un verano  de cariño para con ellos y siempre
os estarán agradecidos.
Para poder traer un niño o niña, solo podéis poneros en contacto con alguna ONG DE VUESTRA COMUNIDAD Y  EL AYUNTAMIENTO.
Mariin a cuatro del cuatro dos mil veinte.
Segismunda Sánchez Román. Mundi.

domingo, 9 de febrero de 2020

Mis primeros pantalones.


Hola en los años cincuenta del pasado siglo.
En la foto, nos encontramos mi tía Eugenia, mi primo Juan Pedro, mi hermana Juani y  yo.


Las mujeres no solían ponerse  pantalones, - pero menos en mi pueblo - con dos mil habitantes, os podéis  hacer una idea lo que eso era, todas las gentes mirándote como a bichos raros.
Fue una película que vi se llamaba-- PARRISH-- el interprete era TROY DONAHUE,  y me gusto mucho, creo que fue la primer película donde la protagonista, llevaba pantalones.
Como podéis ver.











-En esta escena me reflejo un poco como yo era-, con el pelo largo y negro solía tener trenzas que era algo normal en las niñas de mi edad, niña campesina ayudando a mis padres en el campo, recogiendo las hortalizas con mis hermanos, para poder venderlas al día siguiente.
Además, salíamos con el burro cada mañana cargado en sus cestos de mimbre lleno de verduras frescas  a  los pueblos, cercanos  andando cuando no se veía.
Lo que el  día  anterior se había recogido,  no se disponía de coche, era un motivo mas para usarlos.


Mis primeros pantalones, diréis que cual fue el motivo dado que no era una costumbre en aquel tiempo, -tremendo error- ¡ porque se está muy a gusto con ellos.!
-Como sabéis-  eramos campesinos  cuando mi padres vivían, me crié en la huerta, en ella teníamos que trabajar en el campo.


Y como es natural, tenias que levantarte y agacharte, para hacer el trabajo,
con lo cual o llevabas faldas largas que te impedía trabajar bien,  o enseñabas tus intimidades.
Cosa que no era bonito, ni cómodo para nadie, pues siempre estábamos acompañadas por mis hermanos y los obreros que trabajaban en la huerta.
Con ellos podías moverte sin miedo alguno y poder hacer tu trabajo, hoy es lo mas normal del mundo, quiero resaltar el acierto que la sociedad tuvo en emprender una moda tan practica.


Antes  en los pueblos miraban mucho la llamada - decencia-  y las chicas no podíamos enseñar  ni las rodillas, - cuanto a cambiado  el sistema de vida en estos años- de ir como te dejaban, a ir como quieres, la libertad que se tiene aunque todavía  nos quedan muchas cosas por lograr.
Esta foto es de la huerta.
Ahora no ésta así, las carreteras hacen con sus nuevos trayectos lo que quieren, les de igual si se quita algo tan bonito como esta foto.
Si observáis, a la derecha un punto blanco es mi padre, que en ese momento se encontraría trabajando. SON UNOS BONITOS RECUERDOS.
Marin a nueve del dos de dos mil veinte .
Segismunda Sánchez Román